Muchacha en la ventana

Antes de conocer el patchwork me pasaba mis horas libres bordando punto de cruz.
Hace tantísimo tiempo que lo hago que no recuerdo cuando aprendí.

Cuando era pequeña, recuerdo las tardes de las vacaciones de verano cosiendo con mi abuela Felipa, en su galeria y escuchando las novelas de la radio, o sus histórias de cuando estaba en el colegio de Valdemoro. Y yo mientras hacia vestiditos para mis muñecas.

Luego mi madre me apuntó a coser en la casa de una modista que nos enseñaba a un grupo de niñas, haciamos un sampler de puntos y vainicas, sentadítas alrededor de una mesa camilla.

Aquella señora me daba miedo, era muy seria, mayor, solterona. . . pero la visitaba un señor que debia ser su novio, luego supe que les llamaban los novios eternos.

Más tarde me dediqué solo al punto de cruz, bordé toallas, sabanas, regalitos para mis amigas que tenian bebés, cuadros. . .

Pero del cuadro que me siento más orgullosa és el que veis en la foto, "la muchacha en la ventana" de Salvador Dalí.

Compré el gráfico después de pasar tres dias en Cadaqués, visitando en Port Lligat la casa de Dalí, en Figueras su museo y en Pubol el Castillo- Palacio que él regaló a Gala.

Durante la realización de este cuadro pensé en dejarlo muchas veces, se me hizo eterno, nunca he contado los puntos que tiene pero creo que un día lo haré.
Con él he pasado vacaciones en Sant Carles de la Rápita, en Mallorca, y hasta en Alemania, me lo llevaba a todas partes, y en cualquier momento de daba unas puntadas.

Lo tengo colgado de enero a noviembre encima de la chimenea, y cada noche cuando lo miro recuerdo miles de cosas que vieron pasar cada uno de los hilos de este cuadro.

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