Ya os comenté en una entrada desde allí lo bien que lo estábamos pasando!
Y es que este viaje ha sido genial, íbamos con unos objetivos que hemos superado en creces.
El tiempo nos ha acompañado, pues hemos tenido unas temperaturas primaverales muy altas, casi veraniegas, los campos y bosques estaban exuberantes.
Con estos días largos y soleados la gente esta más en la calle, con lo que pudimos tomar unas fotos preciosas en los campos, y en las granjas.
las escaleras y monumento de Rocky
la campana de la libertad
y pasear por la ciudad.
Y ya el colmo fue cuando conocí a Sadie al salir de comprar un pretzel.
Ella iba acompañada de sus tres niños pequeños (tiene 9 y está embarazada) y le pedí permiso para fotografiar a los niños, me dijo que a los niños sí pero a ella no.
Le expliqué que nos llamaba mucho la atención porque aquí no hay amish, ni granjas tan grandes, y que llevan una vida muy tranquila.
- ¿qué vais ha hacer ahora? - me preguntó
- nada en especial- le dije yo!
- queréis venia a casa??? siiiiiiii
a mí y a las chicas casi nos da un yuyu!!! No es muy normal que un amish te invite a su casa!
Pusy se fue con ella en el carrito tirado por un pequeño pony, y nosotras detrás en el coche.
Llegamos a su casa y nos enseñó cu cuarto de costura donde confecciona la ropa para toda la familia, y también el quilt que esta realizando para la boda de su hija.
Luego nos regaló un quilt chiquito a cada una!!!!!
Nos mostró el jardín, el huerto y el garaje :-)
No era una granja, el marido es carpintero y hace muebles de cocina y por la casa deducimos que debían ser bastante ricos.
Quedamos que el próximo año nos veremos e iremos a comer a su casa.
Tenemos mil anécdotas más que contar, iré contándolas tal como vaya recordando ;-)